En el distrito de Ollantaytambo, una edificación de tres niveles levantada en el sector de Ventiderio encendió las alertas de las autoridades y de quienes buscan preservar el legado cultural del lugar. Ubicada dentro del Parque Arqueológico de Ollantaytambo, esta construcción no contaba con los permisos necesarios y, según informes técnicos, altera la imagen del sitio. Ante esto, el Ministerio de Cultura (Mincul), a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco, inició un Procedimiento Administrativo Sancionador contra los responsables.
Las normativas vigentes en el país establecen que cualquier intervención en un bien reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación debe contar con la aprobación del Mincul. Sin embargo, la edificación identificada no solo incumple con este requisito, sino que, además, emplea materiales que no corresponden con la tipología arquitectónica de la zona. Esto llevó a que se investigue tanto la responsabilidad de los propietarios como el papel de las autoridades locales en el otorgamiento de permisos.
El caso se vuelve aún más complejo cuando se toma en cuenta que la jefatura del Parque Arqueológico de Ollantaytambo ya había denunciado el hecho el 16 de diciembre de 2024. Como parte de las acciones legales, la Fiscalía Provincial Penal de Urubamba dispuso la apertura de una investigación preliminar para determinar a los responsables de la construcción y las eventuales sanciones que correspondan.
Una construcción en zona patrimonial
Ollantaytambo es un punto clave en la historia y el turismo del país. Su valor no solo radica en la monumentalidad de su complejo arqueológico, sino en la vigencia de su trazo urbano original. En este contexto, cualquier intervención no autorizada puede afectar la integridad del sitio y poner en riesgo su condición de patrimonio.
De acuerdo con lo informado por el Mincul, la edificación de tres pisos fue construida con materiales incompatibles con la estética y estructura de la zona. “Este tipo de intervenciones afectan gravemente la imagen del parque arqueológico y comprometen su autenticidad”, señalaron desde la entidad.
Los informes técnicos también advierten que la construcción excede las características permitidas en la zona, lo que ha generado preocupación entre especialistas en conservación.
Medidas legales en curso
El Procedimiento Administrativo Sancionador impulsado por el Ministerio de Cultura busca determinar las responsabilidades de quienes promovieron la construcción y establecer las sanciones correspondientes. La investigación se realiza en el marco de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación y su reglamento, aprobado por Decreto Supremo 005-2019.
En este proceso, la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, a través de la Subdirección de Patrimonio Cultural y el Área Funcional de Defensa del Patrimonio Cultural, ha señalado que se están tomando todas las acciones necesarias para garantizar la protección del parque arqueológico.
Una de las principales preocupaciones que surgió en torno a este caso es la posible falta de control por parte de las autoridades locales. La normativa indica que cualquier obra dentro de una zona patrimonial debe ser supervisada y contar con planes de monitoreo arqueológico. Sin embargo, en este caso, no se registraron controles adecuados, lo que ha generado sospechas sobre una posible omisión de funciones.
El medio Lima Gris informó que la construcción de este lugar despertó cuestionamientos debido a la rapidez con la que avanzó su ejecución. En el caso de la edificación de tres pisos, los documentos del permiso de construcción señalan como solicitante a Lucinda Miranda Farfán, mientras que en los registros de la empresa hotelera figura Derik Miranda Farfán, lo que llevó a que se investigue un posible vínculo familiar y la forma en que se obtuvieron los permisos.
Además, se señaló que la autorización municipal indicaba que la intervención debía respetar el volumen original del inmueble preexistente y conservar elementos arquitectónicos tradicionales. Sin embargo, lo que se observa en la estructura construida dista de estos requerimientos. “La restitución volumétrica no implica la alteración de la tipología arquitectónica ni la introducción de materiales ajenos a la zona”, explicó un especialista en conservación.
El parque arqueológico no solo es un atractivo turístico, sino un referente de la historia andina. La comunidad ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de que este tipo de construcciones sigan avanzando sin el control adecuado.
Mientras se desarrollan las investigaciones, el Ministerio de Cultura reiteró que se continuará con las acciones necesarias para preservar el sitio. La expectativa se centra en las sanciones que puedan aplicarse y en las medidas que se tomen para garantizar que hechos similares no se repitan en el futuro.