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La historia del descubrimiento del ‘Monumento a la Humanidad’ y las misteriosas figuras halladas en sus alrededores

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Las esculturas zoomorfas y antropomorfas se encuentran en Marcahuasi.

En varios puntos de una meseta de la cordillera de los Andes, se encuentran esculturas zoomorfas y antropomorfas de estilo desconocido que, al ser observadas por los turistas, despiertan una curiosidad insondable. Los visitantes se detienen ante ellas, sorprendidos por la perfección de las formas que se revelan en la piedra.

Más de uno se pregunta quiénes fueron los creadores de estas figuras, qué tipo de sociedad las produjo y cuál era su propósito. La quietud de la meseta, unida al enigma de las esculturas, invita a especular sobre el origen de estos monumentos, que con el tiempo se han convertido en un atractivo turístico.

Las esculturas zoomorfas y antropomorfas se encuentran en Marcahuasi, una meseta situada cerca del pueblo de San Pedro de Casta, en la provincia de Huarochirí, departamento de Lima. Desde esta comunidad se inicia el ascenso hacia la meseta.

Plaza principal del pueblo de San Pedro de Casta. (El Peruano)

Luego de una larga caminata, el turista puede apreciar el monolito con un inmenso altar de piedra, las lagunas Cachu Cachu y Huacracocha, el Valle de las Focas, entre otros paisajes. Sin embargo, hay uno que sobresale por la historia que se esconde detrás de su figura: el ’Monumento a la Humanidad‘, cuyo misterio atrae a quienes se acercan a él.

La historia detrás del descubrimiento del ‘Monumento a la Humanidad’

El ‘Monumento a la Humanidad’ es una escultura de piedra que atrae la atención por los rostros que proyecta. Al observarla, muchos se cuestionan si fue esculpida por antiguos pobladores o si, por el contrario, es el producto de la erosión natural.

Estas preguntas probablemente también se las planteó Daniel Ruzo antes de descubrir la meseta de Marcahuasi en 1952. Nacido en Lima en 1900, este investigador se dedicó desde los 24 años a estudios protohistóricos, es decir, al análisis de culturas que no desarrollaron escritura propia, pero cuya existencia fue registrada por civilizaciones contemporáneas que sí la poseían.

Marcahuasi, una meseta con biodiversidad y formaciones geológicas. (Composición Infobae)

En el libro ‘Marcahuasi. La historia fantástica de un descubrimiento’, Ruzo dedicó un capítulo al ‘Monumento a la Humanidad’, una figura que, antes de la publicación de la obra, permanecía envuelta en misterios y conjeturas sobre su origen. “Descubrimos, en 1952, la meseta de Marcahuasi. Para nosotros fue un descubrimiento. (…) era la confirmación de una teoría después de veintiocho años de investigación”, se lee en su libro.

Tras este hallazgo, Ruzo emprendió una serie de investigaciones que lo llevaron a viajar por distintos países de América. Mientras tanto, algunos investigadores empíricos sostenían que los rostros que proyectaba el monumento de piedra eran el resultado de la acción natural, posiblemente intervenida por algún trabajo humano atribuido a los llamados ‘primitivos’.

En su libro, Ruzo menciona que en algunos de los países que visitó, como Brasil, encontró esculturas de igual calidad y de dimensiones aún mayores que las del ‘Monumento a la Humanidad’. Este descubrimiento fortaleció su convicción sobre la existencia de una civilización americana muy antigua y hasta entonces desconocida.

Daniel Ruzo descubrió la meseta de Marcahuasi. (www.marcahuasi-ruzo.com)

“En 1953 (…) dimos una conferencia en la Academia Nacional de Ciencias de México el 10 de enero de ese año. Habíamos llegado ya a la convicción de que la cultura Masma no era una cultura peruana sino una cultura americana. (…) Defendimos nuestra tesis del origen y antigüedad de las esculturas en la roca natural”, sostuvo el investigador peruano.

Pocos investigadores aceptaban la existencia de la cultura Masma prehistórica como la posible autora del ‘Monumento a la Humanidad’. A pesar de la información recopilada por Ruzo, la mayoría continuaba interpretando el hallazgo desde las categorías tradicionales del Paleolítico y el Neolítico.

Las misteriosas figuras que esconde el ‘Monumento a la Humanidad’

Después de descubrir la meseta de Marcahuasi y, en consecuencia, el ‘Monumento a la Humanidad’, Daniel Ruzo construyó una choza donde permaneció durante los meses secos, entre abril y septiembre. Durante ese tiempo, pudo verificar que ciertas esculturas estaban dispuestas de tal manera que solo se revelaban plenamente cuando eran iluminadas por los rayos del solsticio de verano.

Relación con Egipto protohistórico: la falsa barba recta que solamente podían usar los escultores en la representación de los faraones y de los dioses. (Infobae Perú)

Ahora bien, Ruzo describe el ‘Monumento a la Humanidad’ en su libro de la siguiente manera: “Si nos situamos al oeste veremos las dos cabezas principales que representan la raza blanca caucásica y la raza semítica mirando la primera al sur, la dirección principal de nuestro hemisferio, y la otra al norte. Estas dos esculturas son perfectas, vistas desde el oeste y desde los puntos de vista que están señalados en el terreno”.

“No se trata sólo de rasgos faciales; los dos cráneos, antropológicamente diferentes, están representados con la mayor exactitud. Debajo de la cabeza semítica y mirando al oeste está representado un indio del Perú; la gran nariz de la cabeza semítica se convierte en el chuyo del indio, gorro de lana puntiagudo que cubre las orejas y cuya punta cae a uno de los lados. La cabeza caucásica tiene rota la punta de la nariz”, agregó.

En el libro consultado también se señalan datos interesantes sobre los diferentes rostros que se pueden apreciar en la misma piedra gigante.

  • Estatua de un personaje que seguramente visitó la meseta. Cubre su cabeza con un gorro que no hemos encontrado en ninguna otra de las esculturas protohistóricas. Descubierta por Marcela Olivas.

Cubre su cabeza con un gorro que no hemos encontrado en ninguna otra de las esculturas protohistóricas. (Infobae Perú)

  • Mira hacia el sur y lo vemos desde el este. Relación con Egipto protohistórico: la falsa barba recta que solamente podían usar los escultores en la representación de los faraones y de los dioses.
  • Mira hacia el sur y lo vemos desde el oeste. Único perfil con la nariz rota. Altura del lado oeste. Podemos apreciar, desde el mejor punto de vista, el monumento escultórico más importante del mundo.

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