A principios de octubre, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, aceptó sacarse una foto con Patricia Bullrich, imagen que la funcionaria nacional utilizó para convocar al electorado del PRO. Aquella recorrida por la obra en construcción de la nueva cárcel de Marcos Paz representó, para el mandatario, la primera y la última participación en la campaña porteña, la única intervención en el proceso que concluirá en las elecciones del próximo domingo, con excepción de alguna actividad compartida con Fernando De Andreis.
Jorge Macri, que en los últimos días finalizó una gira internacional por las ciudades de Dubai y Shangai, tiene otro objetivo por delante: relanzar su gobierno después de los comicios para encarar el segundo tramo de la gestión y aprobar el Presupuesto 2026, una instancia que pondrá a prueba el pacto de no agresión que acordaron el oficialismo porteño y La Libertad Avanza cuando sellaron el acuerdo electoral.
Uno de los pilares del relanzamiento es la redefinición del organigrama para “optimizar la gestión y que haya una mayor eficiencia en las áreas”. Por ello envió en los últimos días a la Legislatura un proyecto para modificar la Ley de Ministerios que, entre otros cambios, prevé más atribuciones del jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny, en relación al rol de coordinación, control de gestión y modernización del Estado. Inclusive tendrá injerencia, junto al Ministerio de Justicia, en asuntos sindicales. La iniciativa dispone, además, la eliminación de la figura del vicejefe de Gabinete.
Se trata de uno de los funcionarios que cobró más protagonismo para reencauzar la gestión después de la dura derrota electoral en las elecciones locales que se realizaron en mayo. Otro eje importante tendrá a su cargo Ezequiel Sabor, secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, que reporta de manera directa a Jorge Macri y fue el encargado de las negociaciones electorales del PRO con LLA. Según el texto, podría incorporar competencias en espacios verdes y arbolado público.
Por otro lado, el Ministerio de Infraestructura cambiará su denominación por Ministerio de Movilidad e Infraestructura. “Se incorpora que la instrumentación de los planes destinados al planeamiento urbano de la Ciudad, será realizado en coordinación con Jefatura de Gabinete. Por otro lado, se incorpora la elaboración de normas urbanísticas, en coordinación con las áreas competentes. También se incorpora una competencia relativa a la implementación de planes y proyectos de desarrollo urbano mediante la concertación del interés público y privado, en coordinación con Jefatura de Gabinete”, se plantea en el texto que se deberá discutir en el Parlamento.
Presupuesto 2026
Este relanzamiento de la gestión va acompañado del envío del proyecto de Presupuesto 2026, que ya comenzó a analizarse en el Parlamento con la ronda de funcionarios de Hacienda. La iniciativa prevé un gasto de alrededor de $17,341 billones e ingresos de $17,347 billones, con un superávit proyectado cercano a los $6.000 millones.
Entre los ejes destacados figuran: reducción de impuestos (por ejemplo, la exención del impuesto para jubilados y personas con discapacidad, y la reforma del Régimen Simplificado de Ingresos Brutos para no profesionales); obra pública: el plan prevé dedicar cerca del 20 % del presupuesto a inversión en infraestructura, incluyendo la apertura futura de la Línea F de subte; y una reforma del Estado que incluye retiros voluntarios, revisión de la planta estatal y modernización administrativa.
Tanto en el gobierno porteño, como en el Parlamento, hay optimismo en tener el respaldo de la bancada libertaria para aprobar la ley. “Hay buen diálogo, ellos se comprometieron a que sí”, señalaron a Infobae desde la sede gubernamental de la calle Uspallata. Según estima el PRO, el proyecto podría llegar al recinto para su tratamiento a mediados de noviembre.
Acuerdos geopolíticos, el golfo y China
Mientras la Argentina se encamina a fortalecer la vinculación con Estados Unidos (el Banco Central comunicó ayer la firma del acuerdo con el Tesoro norteamericano correspondiente al swap por USD 20.000 millones), el jefe de Gobierno porteño negoció acuerdos comerciales de manera directa con funcionarios de Dubái y Abu Dabi, en Emiratos Árabes, y Shanghái, en China, con la idea de “mostrar a la Ciudad como un socio confiable para las economías más dinámicas del mundo”.
En sintonía con la recomendación que el propio Mauricio Macri realizó en el último informe publicado por la Fundación Pensar, donde remarcó la importancia de definir un rumbo claro en materia de relaciones internacionales e instó a mirar hacia los países del Golfo, que administran más de 3 billones de dólares en fondos soberanos y se han consolidado como un polo financiero y tecnológico de alcance global, Jorge Macri presentó en Dubai, Abu Dabi y Shanghái una cartera de proyectos estratégicos -la Línea F de subte, la renovación del frente costero del Río de la Plata-, ante fondos soberanos y grupos líderes de inversión como Mubadala, EDGE Group, Eagle Hills y Ethara.
Además, y según se informó, en China avanzó en la cooperación técnica con King Long -fabricante de los nuevos colectivos a GNC que comenzarán a circular en CABA-, y con SUS Environment para incorporar tecnología de valorización energética de residuos. “Además, el restablecimiento del vuelo directo Shanghái–Buenos Aires por China Eastern Airlines marcará un antes y un después en conectividad, turismo e intercambio comercial con Asia», destacaron en Uspallata.