El Gran Premio de Qatar 2023 marcó un precedente en la Fórmula 1. Las inquietantes escenas de pilotos que no tenían las fuerzas necesarias para salir de sus monoplazas después de estar más de una hora y media dentro del cockpit a más de 50° no pasaron desapercibidas. Desde aquel día, donde múltiples competidores fueron trasladados inmediatamente al centro médico y otros ni siquiera completaron las 57 vueltas por mareas o vómitos, la FIA implementó un sistema de refrigeración vital para los corredores. La organización elevó un “riesgo de calor extremo” de cara al Gran Premio de Singapur, en una de las carreras más exigentes del calendario actual de la Máxima. Franco Colapinto, que tiene grandes recuerdos en las calles de Marina Bay con Williams, tendrá la posibilidad de utilizar el traje especial para repeler la amenaza.
La decisión de la Federación Internacional de Automovilismo responde a las previsiones meteorológicas que anticipan temperaturas superiores a los 31 °C y niveles de humedad cercanos al 80 % durante los tres días de actividad en Singapur, incluso en sesiones nocturnas como los entrenamientos libres, la clasificación y la propia carrera. Según el comunicado oficial de la FIA, la declaración de “peligro por calor” se activa cuando los pronósticos prevén al menos 31 °C en algún momento de un Sprint o Gran Premio, lo que obliga a los equipos a instalar un Sistema de Refrigeración para Pilotos en los monoplazas.
Este consiste en un conjunto de componentes —bomba, instalaciones hidráulicas y un acumulador térmico— que suministran fluido frío a través de un chaleco ignífugo equipado con múltiples tubos. Este chaleco, que se llama Cypher Pro Micro Cooler, incorpora 50 metros de conductos y opera de manera autónoma respecto a la energía del coche. El sistema cumple con los estándares de resistencia al fuego exigidos por la FIA y, aunque actualmente su uso es opcional para los pilotos, todos los elementos principales deben estar instalados en los vehículos durante el fin de semana de carrera. En caso de que un piloto decida no utilizar el chaleco, el reglamento exige añadir 0,5 kg de lastre en la cabina para compensar la diferencia de peso.
El Circuito Urbano de Marina Bay, con sus 5.063 metros de extensión y 23 curvas —13 a la izquierda y 10 a la derecha—, es reconocido como uno de los trazados más exigentes del calendario. Los pilotos deben afrontar alrededor de 80 cambios de marcha por vuelta, un 50 % más que en otros circuitos, y gestionar el desgaste de los frenos debido a las constantes desaceleraciones.
Las previsiones climáticas más recientes anticipan sensaciones térmicas de hasta 39 °C en pista, lo que convierte a la prueba asiática en un auténtico reto de resistencia tanto para los pilotos como para los monoplazas. A todo esto se suman posibles lluvias entre cada sesión, algo que aumentará la humedad en Marina Bay y añade un factor de incertidumbre adicional.
El desafío físico que representa Singapur es excepcional. La sensación térmica en el cockpit puede alcanzar los 55 °C, y los pilotos pueden perder hasta 4 kg de peso corporal durante la carrera, algo que reconoció el propio Lewis Hamilton. De hecho, el siete veces campeón de la Fórmula 1 llegó a calificar de “terrible” su experiencia en el trazado urbano de Marina Bay.
“Singapur es sin duda una de las carreras más duras de toda la temporada. El año pasado experimenté por primera vez el desafío físico único que supone, así que este año he dedicado tiempo a entrenar específicamente para el calor con el fin de prepararme para las condiciones extremas”, explicó Franco Colapinto sobre su preparación de cara a la carrera. La escudería francesa elaboró un contundente plan con el objetivo de contrarrestar el calor y reducir la fatiga muscular del pilarense y Pierre Gasly.
En esta misma línea, el argentino de Alpine se mostró a favor de la opción de que el uso del chaleco refrigerante sea voluntario, siempre que se mantenga la equidad mediante la compensación de peso: “Creo que mientras se mantenga como algo opcional para los pilotos, cuando hace mucho calor y se declara riesgo por calor, que podamos elegir usarlo o no dependiendo de nuestro estado físico y si realmente sufrimos o no, es justo. Me parece muy justo que tengas que poner más o menos peso y usar el chaleco, así que eso mantiene la equidad”.
Colapinto buscará replicar su actuación con Williams en 2024, principalmente en el arranque de la competición. Después de quedarse afuera de la Q3 por algunas décimas, el argentino concretó una sublime largada en la que escaló varias posiciones realizando un Divebomb. Dicha maniobra, que consiste en estirar la frenada lo máximo posible y lanzarse por la parte interna de la curva, generó una gran repercusión entre los competidores, principalmente en Carlos Sainz y su compañero, Alex Albon.
Durante la carrera, el pilarense aguantó durante varias vueltas al Red Bull de Sergio Checo Pérez, quien se deshizo en elogios por la defensa del rookie. Finalmente, el mexicano logró sobrepasarlo después de un undercut en los pits, lo que terminó con un Colapinto terminando en el 11° puesto en el trazado urbano de Marina Bay.
Aunque el corredor albiceleste no fue el único que se refirió al flamante sistema de refrigeración. Uno de los principales impulsores de la idea fue George Russell, que lidera la Asociación de Pilotos de Grandes Premios. El británico de Mercedes fue uno de los primeros en utilizar el traje especial, más allá de que otros competidores puntualizaron en que suele ser incómodo.
“Ya hemos utilizado el chaleco refrigerante para piloto varias veces esta temporada en carreras con altas temperaturas, pero obviamente esta es la primera vez que se ha vuelto obligatorio, lo cual es una buena noticia. Cuando compites con una humedad del 90 % y la temperatura en la cabina ronda los 60 grados, es como una sauna dentro del coche, así que creo que todos lo agradecemos”, argumentó.
Lance Stroll (Aston Martin), por su parte, se mostró algo reacio a la funcionalidad del traje especial, principalmente por las adversas condiciones que presenta el Gran Premio. “Singapur es una de esas carreras para las que puedes prepararte de todas las maneras posibles: entrenamiento de calor, sentarse en saunas… me pasé toda la semana en el sauna. Pero por mi experiencia, hagas lo que hagas, siempre es una carrera brutal física y mentalmente. Con los desafíos del trazado, los muros, sin margen de error. Y solo el habitáculo, el calor en el coche, temperaturas increíblemente altas. Voy a probar el chaleco, ver si funciona. Pero creo que, pase lo que pase, quizá solo funcione durante cinco vueltas y después no tengas más refrigeración. Entonces son 50 vueltas de sufrimiento”.
Otro de los que hizo hincapié en la situación fue Carlos Sainz, piloto español de Williams. “Creo que los equipos están consiguiendo que funcione cada vez mejor cada vez que lo usamos. Al principio, lo teníamos que hacer funcionar más o menos durante media hora. Espero que ahora todo el sistema pueda funcionar al menos una hora”. Según informó el portal especializado Motorsport, los flamantes monoplazas de 2026 deberán tener incorporadas las piezas para usar los chalecos refrigerantes.