La Bombonera deliró con el justo triunfo de Boca Juniors 2-0 ante River, por el Torneo Clausura. El Xeneize, que se clasificó a la próxima Copa Libertadores y quedó como líder de la Zona A del certamen local, se impuso por los goles de Exequiel Zeballos, la gran figura del encuentro, y de Miguel Merentiel, tras asistencia del Changuito. Pero, más allá de las luces que apuntaron al santiagueño, hubo varios “obreros” que cimentaron la victoria, que pudo haber sido por un marcador más amplio.
Agustín Marchesín (6): casi no fue exigido por un River con graves falencias ofensivas. Respondió descolgando algún centro y en alguna intervención esporádica. Terminó de capitán cuando salió Paredes.
Juan Barinaga (6): sobrio. Intentó desbordar por la banda derecha, pero no tanto como en otras oportunidades. Llegó con lo justo desde lo físico y cumplió.
Ayrton Costa (8): el mejor después de Zeballos. Una fiera en el fondo. Se deglutió a cada delantero de River que le pasó cerca. Ganó los duelos aéreos y también anticipó. Enorme tarea de un defensor que se ganó varias ovaciones de toda la Bombonera.
Lautaro Di Lollo (6): firme arriba y abajo. No pasó mayores sobresaltos. Recibió una amarilla en el primer tiempo por un cruce tardío y acumuló la quinta. Se limpió para estar en octavos de final del Clausura.
Lautaro Blanco (5): tuvo un muy flojo primer tiempo, en el que tomó malas decisiones y hasta generó algún contragolpe rival por pases mal dados. En el segundo tiempo mejoró y hasta casi le sirve el tercer gol en bandeja a Giménez en un gran desborde.
Carlos Palacios (6): le costó encontrar un poco su mejor versión, pero mejoró con el correr de los minutos y, sobre todo, con la diferencia a favor de Boca en el tanteador. Redondeó un buen partido, aunque sigue lejos de su nivel top. Fue reemplazado por Ander Herrera a los 74’.
Leandro Paredes (6): quizá no fue su mejor presentación desde que volvió a Boca, pero es siempre salida desde abajo, complica al rival con sus pases filtrados y entre líneas, pero además ordena y no escatima en la marca, recuperación y sacrificio. Líder futbolístico y espiritual de este equipo. Salió a los 87’ por Belmonte.
Milton Delgado (7): un relojito en el mediocampo. Listo para correr a cualquier rival que le pase cerca, morder, quitar, relevar y entregar con criterio. Se complementó bárbaro con Paredes.
Exequiel Zeballos (9): la gran figura de la tarde. El Changuito tuvo su partido consagratorio, que abrió el mismo con una corrida en la que salió favorecido por el rebote de Armani para el primero. Si había golpeado en el momento justo, sobre el cierre del primer tiempo, lo mismo hizo en el segundo tiempo con un sprint fenomenal y la habilitación para Merentiel y el 2-0. Intratable, se ganó la titularidad y pagó con creces. Fue reemplazado por Zenón en tiempo cumplido.
Miguel Merentiel (7): sin brillar, volvió a ser importante para el equipo y convertir en un Superclásico. Se siente a gusto en esta clase de partidos y lo demostró una vez más. Siempre preparado para batallar, ganar segundas pelotas y abrir caminos. Más que aprobado. Sustituido por Braida a los 87’.
Milton Giménez (5): uno de los puntos más flojos. Perdió muchas pelotas y no se hizo tan fuerte ante los defensores rivales. Erró un par de goles insólitos con los que Boca hubiera goleado. Quedó en deuda esta vez, aunque no reparó en esfuerzos.
Claudio Úbeda (7): su mérito estuvo en la simpleza, en no hacer locuras y mantener lo que le venía funcionando. Un triunfo cargado de emoción y dedicado a la memoria de Miguel Ángel Russo.
*Ander Herrera, Tomás Belmonte, Malcom Braida y Kevin Zenón jugaron menos de 15’.
