La elección del nombre de una banda puede ser un proceso delicado y significativo, una oportunidad para capturar la esencia musical y la identidad del proyecto para darle mayor visibilidad. Para Daft Punk, este proceso fue un viaje inusual pero inspirador que finalmente los llevó a convertirse en uno de los grupos más icónicos en la escena de la música electrónica.
Según recuerda Far Out, antes de 2001 el dúo conformado por Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter ya estaba buscando un nombre que no solo reflejara su visión musical sino también su actitud y sonoridad. En este periplo, se toparon con un artículo del medio Melody Maker donde se mencionaba el término «Daft Punk» en el contexto de una crítica negativa a un single de la banda Darlin’, donde los propios Bangalter y Homem-Christo habían estado.
La crítica etiquetaba la música de esta canción como «un ‘daft punky thrash’», una descripción que, a primera vista, podría haber sido despectiva. Sin embargo, en lugar de desalentarse por el término, los dos artistas abrazaron el concepto de manera audaz y vieron potencial en la combinación de las palabras que conformaban ‘Daft Punk’. Este nombre no solo encapsulaba la esencia de su música, electrónica y experimental, sino que también reflejaba su enfoque vanguardista.
En una entrevista con la revista Rolling Stone, Bangalter habló sobre el concepto detrás del proyecto junto a su compañero: «Nos interesa la línea entre la ficción y la realidad, creando estas personalidades ficticias que existen en la vida real«. Homem-Christo agregó: «No somos artistas escénicos, no somos modelos; no sería agradable para la humanidad ver nuestras características pero los robots emocionan a la gente».
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