Un video protagonizado involuntariamente por Peso Pluma ha causado revuelo en redes sociales porque retoma la controversia generada por el reportaje del New York Times (NYT) sobre la presunta fabricación de fentanilo en una cocina doméstica en Culiacán. La parodia, que mezcla un audio noticioso con imágenes antiguas del cantante, ha generado risas, críticas y debates.
El pasado 29 de diciembre de 2024, el New York Times publicó el artículo “Así es un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa”, firmado por Natalie Kitroeff y Paulina Villegas. En éste, las periodistas narraban cómo habían visitado un supuesto laboratorio clandestino de fentanilo en pleno centro de Culiacán.
Según el texto, el espacio era una vivienda con una cocina pequeña, donde dos hombres, presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa, manipulaban sustancias químicas usando una estufa y ollas comunes.
La descripción del lugar y el material gráfico generaron críticas desde diversos sectores, incluyendo al gobierno mexicano. Alejandro Svarch Pérez, director del IMSS Bienestar, desmintió públicamente la viabilidad técnica de fabricar fentanilo en esas condiciones.
“Para producir fentanilo se requiere de un laboratorio con condiciones donde se pueda regular y medir las condiciones de exposición, donde existan equipos de protección personal especializados para la elaboración de un proceso de síntesis químico complejo, como es la elaboración del fentanilo, y con sistemas de ventilación profesionales”, explicó el funcionario.
El reportaje fue objeto de burlas en redes sociales, donde usuarios señalaron que parecía montado y poco creíble. En este contexto, surgió un video que ahora vincula al cantante Peso Pluma con la mencionada “cocina de fentanilo”.
Peso Pluma en la cocina
El video viral, publicado por @_SHITPPOSTING en X, utiliza el audio de un reportaje televisivo real que comentaba la noticia del NYT. En él, una conductora narra:
“Periodistas del New York Times entraron a una cocina de fentanilo, así en pleno centro de Culiacán, pues para demostrar que sí, que sí se procesa fentanilo en México, no se puede ocultar. Encontraron al menos 32 mil dosis de esa droga en una calle además, llena de peatones, de coches, de puestos de comida, conocieron de hecho al cocinero principal que es un joven dentista que desde los 16 años trabaja para el Cártel de Sinaloa”.
Mientras el audio continúa, en la imagen aparece un video antiguo de Peso Pluma, subido a su canal personal de YouTube el 22 de octubre de 2017, titulado “Un día como profesionista”. En este material, el cantante, aún muy joven, se presenta diciendo:
“Buenas tardes, soy Hassan Kabande y esta es mi vida como profesionista… En lo particular sí me gustó el trabajo, sí me gustó todo lo que trae el trabajo…”.
El contraste entre el audio serio y las imágenes del cantante en una cocina provocaron una reacción masiva en redes sociales, donde los usuarios no tardaron en compartir comentarios sarcásticos y memes sobre la supuesta relación de Peso Pluma con el narcotráfico.
Desde luego nadie creyó que el video fuera certero. Muchos usuarios en redes sociales se tomaron con humor la parodia: “Jajaja pero es el Peso Pluma”, “Breaking Bad Mexico… El Heisenberg de Culiacán”, “El cocinero principal jajaja”, “Se pasan de lanza jajajaja”, “Jajaja pinches televisoras pendejas”, “Ese wey es la lavadora del cártel, no el cocinero”.
Las acusaciones contra el cantante
Aunque la intención del video es claramente humorística, la discusión trasciende el ámbito del entretenimiento, ya que conecta con los señalamientos serios que ha recibido Peso Pluma en meses recientes.
La periodista Anabel Hernández ha señalado públicamente al cantante de corridos tumbados como un presunto propagandista del Cártel de Sinaloa, específicamente de la facción liderada por “Los Chapitos”. En su podcast Narcosistema, Hernández afirmó:
“El cantante de corridos tumbados forma parte de la lista de amigos de Los Chapitos, la facción más poderosa del Cártel de Sinaloa. (…) Los vínculos me fueron revelados por tres testigos directos de los hechos, exintegrantes del grupo criminal”.
Entre los testigos se encuentra Dámaso López Serrano, conocido como “El Mini Lic”, quien aseguró que Peso Pluma tenía una relación cercana con Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, antiguo jefe de seguridad de Los Chapitos. Según López Serrano, “El Nini” financiaba la carrera de artistas como Peso Pluma a cambio de un porcentaje de sus ganancias.