El Sindicato de Camioneros atraviesa otro complicado frente de conflicto interno además de la batalla campal entre dos facciones que responden a Hugo Moyano y su hijo Pablo: la falta de pago de los sueldos a los trabajadores de los sanatorios del gremio derivó en medidas de fuerza en las que, por primera vez, le apuntan a Liliana Zulet, la esposa del líder sindical.
Es que Zulet es la dueña de la empresa IARAI, que se encarga del gerenciamiento de OSCHOCA, la obra social de Camioneros, que no pudo superar los graves problemas financieros que atraviesa la entidad médica sindical, donde los afiliados se quejan desde hace años de la interrupción de servicios y prestaciones de salud.
Las protestas de los empleados de los sanatorios no son nuevas y ya se registraron el año pasado en las clínicas que Camioneros tiene en Avellaneda, San Justo y Villa Martelli y el Sanatorio Antártida, en el barrio porteño de Caballito, donde no pudieron pagarles el sueldo.

En el caso del Sanatorio 15 de Diciembre III, ubicado en Laprida 4211, en Villa Martelli, partido de Vicente López, los empleados llevarían un largo retraso en el cobro de los salarios, aunque en las otras clínicas sindicales se les habría pagado la mitad del sueldo en las últimas horas.
En las redes circula un video de los trabajadores en conflicto del sanatorio de Villa Martelli en el que, con ritmo de cumbia, la letra es muy sugestiva: “En plan de lucha, otra vez al sol/trabajadores del 15 de diciembre alzando la voz/sanatorio vacío, silencio y dolor/familias desamparadas pidiendo lo que es de Dios/tres años de reclamos sin escuchar, cuentas que aprietan, no se puede más/queremos respuesta, queremos cobrar, que se respete el derecho del trabajador/Villa Martelli en lucha, nadie nos va a parar/y ahora da la cara, dejá de especular, abonen urgente las cargas sociales ya, las familias no pueden esperar/¡Queremos cobrar!!“.
La crisis de la obra social de Camioneros ya lleva por lo menos 4 años y fue el origen de la pelea entre Hugo Moyano y su hijo Pablo: ambos discutieron en duros términos luego de que éste le recriminó que la entidad que brinda servicios médicos atravesara un agudo déficit financiero mientras que la empresa que la gerencia, Iarai, pasaba por una buena situación económica.

Según publicó el diario La Nación, la deuda de Oschoca sólo en las 23 seccionales del interior del país alcanza casi los $26.617 millones y ese déficit no contempla Buenos Aires, donde está hoy el 50% de los 190.000 afiliados. Si se tiene en cuenta la deuda con base en la cantidad de afiliados, el rojo financiero rondaría los $50.000 millones de pesos, según consignó ese medio.
El llamativo conflicto por falta de pago de los sueldos en un gremio poderoso como Camioneros no es el único dato que refleja la crisis de la organización que lidera Hugo Moyano. Este lunes se conoció que dos facciones del sindicato se cruzaron este fin de semana durante un partido de fútbol en el Club Argentino de Merlos y la escena terminó en una salvaje pelea que incluyó patadas en la cabeza a personas en el suelo, trompadas y una gresca que se extendió por varios minutos.
Si bien en las imágenes se observa sólo el violento desenlace del enfrentamiento, los motivos son atribuidos a la feroz interna que existe en el sindicato a raíz de las profundas diferencias entre Hugo y Pablo Moyano, quien permanece fuera del gremio, pero ejerce una fuerte influencia entre dirigentes que le responden.
En ese marco de puja interna, los último movimientos de Moyano padre habrían extremado las tensiones: semanas atrás fueron echados del gremio dos dirigentes, Claudio Balazic y Paulo Villegas, apuntados en una estafa al hotel que administra camioneros en Mar del Plata.
Balazic y Villegas son cercanos a Marcelo “Feucho” Aparicio, secretario Gremial de Camioneros, alguien que mantiene una fluida relación con Pablo Moyano y a quien sus rivales involucraron en el caso del hotel marplatense, en donde la Unidad Funcional N° 10 de Delitos Económicos, que encabeza el fiscal David Bruna, investiga un supuesto fraude por USD 10 millones.
La tensión interna se agravó a mediados de octubre cuando, como anticipó Infobae, se lanzaron volantes ante la sede del sindicato con un fuerte mensaje: “Marcelo Aparicio dejá de robarle a Hugo M.,vos también participaste”, era lo que figuraba en los papeles arrojados desde una moto en dos oportunidades.

El torneo en donde ocurrió la batalla campal es organizado por Jerónimo Moyano, el hijo menor de Hugo, quien sí se mantiene fiel a las órdenes de su padre y está distanciado de su hermano Pablo. Uno de los bandos que protagonizó la pelea salvaje en Argentino de Merlos respondería al jefe del gremio, mientras que el otro estaría alineado con “Feúcho” Aparicio y Pablo Moyano. Además, trascendió que los violentos integrarían las barras bravas de Argentino de Merlo y el sector oeste de Los Borrachos del Tablón, la barra de River.
Pablo Moyano se encuentra alejado de la conducción sindical y preside el club Deportivo Camioneros. Adentro del gremio sospechan que, más allá de la denuncia judicial en Mar del Plata, los despidos de Balazic y Villegas podrían responder a una estrategia de Hugo Moyano para neutralizar una supuesta maniobra en favor de su hijo.
En estos últimos días, para colmo, aparecieron pintadas con la leyenda “Pablo Moyano volvé, los trabajadores te necesitan” en paredes del oeste del conurbano bonaerense, que no llevan firma, pero volvieron a poner al desnudo el enfrentamiento interno de Camioneros.
